18 de agosto de 2011

Reflexión en torno al ejercicio realizado en clase el 9 de agosto de 2011. Alejandro García Vidal

Varias son las ideas que tengo relacionadas al ejercicio que realizamos en clase. Al inicio me pregunté porque realizábamos esa simulación que carecía de sentido. Conforme fue desarrollándose la simulación me di cuenta que los ánimos de todos cambiaron; reflexiono y creo tener algunas ideas sobre las causas de este cambio.
Todos en nuestra vida diaria tenemos contacto con bienes materiales, mismos que si bien no representan todo sí representan mucho. Es esencial contar con recursos suficientes para satisfacer nuestras necesidades. Una vez que se ven satisfechas necesidades básicas creamos necesidades que requieren de mayores recursos económicos. Es ahí donde encontramos esta constante búsqueda del ser humano por la riqueza, hay algunos que consideran las buenas finanzas como sinónimo de la felicidad.
Viene todo esto a mi mente ya que esta búsqueda de acumular riqueza se vio reflejada en un ejercicio tan simple. Desde el momento en que nos fue asignado cierta cantidad misma que usamos durante el juego, después la especulación y convencimiento para lograr hacernos de más recursos.
Algunos nos vimos llevados por nuestros sentimientos y arriesgamos todo los que teníamos, quedándonos sin nada, otros más prudentes prefirieron no comprar y quedarse con su dinero. Los más avezados y con visión vendieron y volvieron a comprar, obteniendo así excelentes ganancias.
Relacionando el ejercicio con mi clase de ética, me pregunto ¿Hasta que punto nuestra búsqueda por bienestar económico estimula nuestro actuar? ¿Qué nos mueve en realidad para ser mejores personas, el bien o el bienestar económico, o qué otra cosa?
Contestar esta pregunta llevaría muchas líneas, pero vale la pena reflexionar al respecto.

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