6 de marzo de 2012

Caso: Joaquín Argüelles

“Cambio de tutor testamentario por antecedentes de drogadicción”

I. Caso ético-jurídico

Panfilo es viudo padece de una enfermedad terminal. Al poco tiempo Panfilo fallece y se abre su testamento, donde había nombrando heredero a su hijo Ludovico de 6 años de edad. Asimismo nombra en su testamento a 3 tutores para su hijo, para que en caso de que uno se vea imposibilitado, subsidiariamente entre el otro. El testador nombra a: Dionicio (su primo), Modestino (padrino de bautizo de Ludovico) y Pancracio (su cuñado).

Modestino está consciente que Dionicio tiene antecedentes de abuso de cocaína, cosa que el de cujus no estaba consciente de. Preocupado por la salud y desarrollo de su ahijado, Modestino acude con un abogado para que remuevan de su cargo a Dionicio y como consecuencia, que Modestino tome su lugar.

II. Planteamiento del problema

En el caso de que el testador haya designado un tutor para su descendientes, ¿qué pasaría si el tutor que designó tiene historial de abuso de sustancias nocivas para la salud?;¿se le debe designar otro tutor al descendiente?


III. Desarrollo del caso

El abogado le comenta a Modestino que de acuerdo al Art. 477 CCDF, “se nombran varios tutores, el que desempeñará la tutela es el primer nombrado, a quien sustituirán los demás por el orden de su nombramiento, en los casos de muerte, incapacidad, excusa o remoción”. Por lo tanto solo en ciertos casos, Dionicio pierde su cargo y se le transmite a Modestino.

Surge un problema: la Ley no remueve de su cargo al tutor designado que tenga historial de abuso de sustancias nocivas para la salud. Desde el punto de vista de Modestino y su abogado esto podrá traer consigo una serie de consecuencias desastrosas para el desarrollo del pupilo.

Hay que tener en cuenta que Dionicio es divorciado y nunca tuvo hijos. Debido a su disolución de matrimonio cayó en depresión, momento en el cual comenzó a depender de las drogas, específicamente cocaína.

El Art. 503 CCDF estipula quiénes no pueden ser tutores, aunque estén anuentes en recibir el cargo. En sus fracciones no se contempla el caso de que un tutor tenga historial de abuso de consumo de sustancias nocivas para la salud; sin embargo la fracción VI estipula que no pueden ser tutores los que no tengan un modo honesto de vivir. El abogado pretende invocar esta fracción para la remoción del cargo de Dionicio, pero piensa que hay cuestiones éticas más importantes detrás de esto con lo cuál podría argumentar el caso y consecuentemente el juez resuelva a su favor.



IV. Solución del caso

En base al principio de autonomía, cada persona tiene el derecho irrenunciable a determinar y conducir su vida por sí mismo. Asimismo tiene el derecho de elegir quién se hará cargo de sus descendientes una vez que fallezca. Sin embargo, este derecho de elegir tiene que ser en beneficio del incapaz.

En el caso expuesto, Pánfilo no estaba consciente de que su primo Dionicio había sido adicto a la cocaína. Al nombrarlo como tutor, se respeta su voluntad; sin embargo, chocan con los intereses del menor, ya que se puede ver afectado por las acciones de Dionicio.

Hay que tomar en cuenta el principio de desarrollo personal. Por este principio se entiende que el incapaz tiene el derecho a vivir en un ambiente con amor. De esta manera puede establecer relaciones sanas con las demás personas. Asimismo puede desarrollarse como persona ya que se le van inculcando virtudes y valores.

Si el menor se desenvuelve en un ambiente como el que Modestino, padre de familia, le puede ofrecer, no sólo vivirá rodeado de amor, sino que Ludovico crecerá como mejor persona y sus relaciones para con los demás serán buenas. En cambio, si su tutor fuera Dionicio, Ludovico estaría expuesto a otro tipo de ambiente.

Dionicio es un drogadicto recuperado, pero lo que ha sufrido y superado en la vida se puede llegar a reflejar en sus acciones que directamente afectarían a Ludovico. El menor, teniendo tan sólo 6 años de edad, puede captar esta imagen que proyecta su tío y en un futuro esto le afectaría.

Dionicio ha tenido varias desgracias en la vida, que a pesar de ya haberlas superado, esto ha afectado sus relaciones para con los demás. Eventualmente estos detalles van a afectar el desenvolvimiento del niño.

Esto va de la mano con el principio de responsabilidad. Este principio establece que una persona debe reflexionar, valorar y aceptar las consecuencias de sus actos poder afrontarlos. De igual forma, a realizar acciones positivas para cumplir con el compromiso asumido. Esto quiere decir que se obliga a responder, cuidar y atender alguna persona o cosa.

En el caso de Dionicio, él es un drogadicto recuperado que recién se ha hecho cargo de sí mismo. Como se espera que sea capaz de cuidar a un menor, en este caso Ludovico, a pesar de tener las mejores intenciones cuando él está empezando a cuidarse de sí mismo.

Por último, se podría invocar el principio de no malevolencia y de benevolencia. Esto quiere decir que en todas y en cada una de las acciones, se debe evitar dañar a los otros y procurar siempre el bienestar de los deiás. En el mejor de los casos, puede ser que Dionicio procure el bienestar a su sobrino Ludovico, sin embargo lo podrá afectar psicológicamente al proyectar una imagen negativa y un mal ejemplo a seguir.

En base a todo lo expuesto, el juez resolverá el caso difícil invocando estos principios. Podrá concluir que se debe de remover del cargo de tutor a Dionicio, convirtiéndose en nuevo tutor del menor, Modestino. Esta remoción de tutor será para el bien del pupilo.

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