21 de febrero de 2012

Caso etica - Alfredo Vázquez Meyer

Caso práctico de Ética y Deontología jurídica

Leonardo Martínez Cruz, un empresario exitoso que reside en la Ciudad de México decide acudir con un abogado que le han recomendado ampliamente, este de nombre Axel Crabtree Franco un egresado de la Escuela Libre de Derecho y con vasta experiencia en el campo de lo jurídico.

El motivo de la visita de Leonardo con el Lic. Axel Crabtree es el siguiente: Leonardo le comenta a Axel que después de analizar su situación varias veces ha tomado la decisión de suicidarse debido a la tristeza que le acontece después del fallecimiento de su esposa que ha sucedido meses atrás, es por esto que le pide a Axel que deje en orden todos sus documentos (Herencia, Legados, contratos, etc.) en orden antes de suicidarse.

Es a partir de esta hipótesis que surge un dilema para el abogado, ¿Debe tomar el caso? ¿Debe avisar a la familia o a alguna persona sobre las intenciones de su cliente? ¿Puede revelar el secreto profesional? ¿Incurriría en algún supuesto delictivo si revela el secreto profesional?

Para responder la primera pregunta planteada ¿debe tomar el caso? Parece ser que la respuesta más sencilla es no tomar el caso y simplemente hacerse de la vista gorda con respecto al suicidio. Yo no considero que lo anterior sea lo correcto, yo considero que el abogado debería tomar el caso basándome en dos principios éticos. El primero es el principio de complejidad[1] y en segundo lugar el de igualdad[2].

Después de tomar la decisión de hacer el trabajo, se viene a la mente la segunda pregunta ¿Debe avisar a la familia o a alguna autoridad sobre las intenciones de su cliente? Si el abogado decide tomar el caso, de acuerdo al principio de confidencialidad no podría avisar a alguien de lo que está planeando hacer su cliente, esto no sería ético; además existe un principio de autonomía por el cual toda persona adulta y responsable tiene el derecho irrenunciable a determinar y conducir su vida por sí mismo, y no se le puede privar de vivir una vida plena y auto determinada, por otra parte la decisión de su cliente reúne los principios que rigen el consentimiento[3].

Si el Lic. Crabtree decidiera, revelar las intenciones suicidas de su cliente además de violar principios de la ética como el derecho a la intimidad o el principio de autonomía de la persona, etc. estaría cometiendo un delito, el de revelación de secreto profesional contenido en el Artículo 213 del código penal para el distrito federal que dice lo siguiente:

“ARTÍCULO 213. Al que sin consentimiento de quien tenga derecho a otorgarlo y en perjuicio de alguien, revele un secreto o comunicación reservada, que por cualquier forma haya conocido o se le haya confiado, o lo emplee en provecho propio o ajeno, se le impondrán prisión de seis meses a dos años y de veinticinco a cien días multa.

Si el agente conoció o recibió el secreto o comunicación reservada con motivo de su empleo, cargo, profesión, arte u oficio, o si el secreto fuere de carácter científico o tecnológico, la prisión se aumentará en una mitad y se le suspenderá de seis meses a tres años en el ejercicio de la profesión, arte u oficio.

Cuando el agente sea servidor público, se le impondrá, además, destitución e inhabilitación de seis meses a tres años.”

Es por los argumentos anteriormente descritos, que yo considero, el abogado debe tomar el caso respetando la decisión ya tomada por el cliente que es y será siempre autónoma y ajena a él, limitando así su actividad a lo estrictamente jurídico, es decir solo lo que le ha sido pedido por su cliente, ya que si decidiera revelar lo confesado a el por motivo de su profesión el cometería un delito incluso con agravante.



[1] Enuncia que nunca conocemos todo el trasfondo de la situación por la que está pasando el cliente ni tenemos conocimiento de lo que siente y por lo tanto al ser la realidad más grande de lo que conocemos y uno debe actuar siempre de una forma objetiva atendiendo a lo que conoce.

[2] En base a él, un profesionista debe tratar a todos los clientes por igual, en este caso, independientemente de la situación por la que pase o las decisiones que haya tomado en su momento o este por realizar.

[3] Debe ser capaz, debe estar bien informado para así asegurar que va a tomar una decisión inteligente y debe haber un consentimiento no forzoso, es decir voluntad.

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